"La aparente permisividad de nuestra sociedad de consumo es una
falsedad. Hay una ideología real e inconsciente que unifica a todos, y
que es la ideología del consumo... El consumismo es lo que considero el
verdadero y nuevo fascismo. Ahora
que
puedo hacer una comparación, me he dado cuenta de una cosa que
escandalizará a los demás, y que me hubiera escandalizado a mí mismo
hace diez años. Que la pobreza no es el peor de los males y ni siquiera
la explotación. Es decir, el gran mal del hombre no estriba en la
pobreza y la explotación, sino en la pérdida de singularidad humana bajo
el imperio del consumismo. Bajo el fascismo se podía ir a la cárcel.
Pero hoy, hasta eso es estéril. El fascismo basaba su poder en la
iglesia y el ejército, que no son nada comparados con la televisión”
Pier Pàolo Pasolini.
DESDE LA EUROPA DE 2012-
ResponderEliminarResulta bueno leer ideas como éstas,cuando el tiempo demostró que son más vigentes que cuando
Pasolini lo advirtió
Él no intuyó, supongo, los niveles a los que llegaría su continente, en esta cosa canalla del consumo.
Mayor la metáfora de la opresión, todavía, cuando se ve en los pobres de "otros mundos" que ahora pueblan Europa.
Con sus primeros ingresos en este Viejo Mundo, se cuelgan los más esperpénticos adornos, maquinitas, fetiches.
Cómo explicar a una persona analfabeta, recién bajada de una chalana que la transportó a estas tierras como ganado, que en todo eso en lo cual gasta sus ingresos, está el núcleo de la perdición de los suyos que quedaron atrás? Cuanto más humillante es la condición del emigrado, más carga con las porquerías de la sociedad de consumo, a costa de sus futuros ingresos, vía tarjetas de plástico con chips.